sábado, 30 de agosto de 2008

Hispanos, los más buscados

Nunca antes en la historia de Estados Unidos los votantes hispanos habían sido tan buscados. Y llegó el momento esperado: los Republicanos y los Demócratas no sólo consideran a los hispanos en Estados Unidos, los adoran!

Digamos que es un amor cíclico. Aparece, sorpresivamente, cada cuatro años. Y siempre cuando hay elecciones presidenciales. Barack Obama y John McCain dicen lo que los latinos queremos oír. Son todo abrazos y sonrisas. Las cosas están claras, en una elección presidencial tan cerrada, como la que habrá en Estados Unidos, serán los 9 o 10 millones de votantes latinos los que decidirán al ganador de la Casa Blanca.

La nueva regla de la política norteamericana es que nadie puede llegar a la Casa Blanca sin antes pasar por los medios de comunicación en español. Nadie. Casi todos los precandidatos a la presidencia participaron en los dos foros transmitidos exclusivamente por la televisión en español. Eso nunca antes había ocurrido. Tanto Obama como McCain han realizado ya múltiples entrevistas con la prensa hispana. Eso nunca antes había ocurrido. Los Demócratas anunciaron que se gastarán 20 millones de dólares para captar el voto hispano y los Republicanos han armado un sofisticado sistema para atraer en español a los votantes. Eso nunca antes había ocurrido.

Los hispanos tienen el voto dirimente en estas elecciones y la historia lo respalda. La elección presidencial de 2000 fue decidida por 537 votantes cubanoamericanos en la Florida; la elección presidencial de 2004 fue decidida por 67 mil hispanos en Nueva México, Colorado y Nevada que votaron por George W. Bush y no por John Kerry. La lección está a la vista: el voto hispano decide elecciones.

Aunque uno de cada 10 votantes que irán a las urnas el martes 4 de noviembre es hispano - y en términos de cantidad de votos no represente mayor interés - la importancia de los hispanos radica en que los votantes latinos están concentrados en estados que pudieran decidir la elección.

Cada vez hay más latinos en Estados Unidos y cada vez votan más. Según datos recientes, dados a conocer por la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Electos (NALEO), por lo menos unos 9.2 millones de electores hispanos emitirán su voto este año en las elecciones de noviembre, lo que representa un incremento de más del 20% con respecto a los comicios de 2004.

En el año 2106 los latinos se convertirán en la mayoría en Estados Unidos. Según la Oficina del Censo, los hispanos pasarán de los 46 millones actualmente a ser 132 millones en el año 2050, es decir, los latinos que son hoy el 15% de la población, serán el 30% en el 2050 y al menos el 50% en el 2106. Esto se debe a que los hispanos tienen más hijos que otros grupos étnicos, – 2,3 hijos por familia, en promedio – y la inmigración que viene del sur no desacelera su flujo de ingreso – según el Gobierno mexicano 12 millones de mexicanos viven en Estados Unidos y 580 mil llegan cada año. El resultado demográfico es que los latinos son, en promedio, más jóvenes (27 años) que el resto de los norteamericanos (36 años). Con esa edad promedio y con ese porcentaje de participación población se convierten cada vez en un motor y factor determinante en el capital de trabajo de la nación, lo que justifica el comportamiento de los partidos políticos y de sus candidatos en tratar de caerle bien a los hispanos.

Con todo esto, podríamos inferir dos cosas principalmente: (a) el español seguirá muy vivo en Estados Unidos, (b) para ese entonces – año 2106 – el país ya habrá tenido varios presidentes hispanos. Es muy probable que el futuro primer presidente hispano podría o estar entrando a kinder o en sus clases en la universidad, en alguna parte de ese rango, pero lo que podríamos conjeturar es que ya nació en los Estados Unidos. Los latinos hoy deciden elecciones y mañana decidirán la dirección de este país.

En esta coyuntura social, el problema más serio que tiene Barack Obama es que no tiene un expediente con los hispanos, nunca ha estado presente, ni mucho menos activo, con temas que realmente importan a la comunidad.

De acuerdo con información dada a conocer esta semana por NALEO, entre los temas que más preocupan en estos días a los electores hispanos están: la migración, la economía, la salud y la guerra en Irak. Obama tendrá que apoyarse directamente en la aceptación de la que goza su binomio Clinton para tratar de ganar la confianza de los hispanos.

Quizá parezca una frase trillada, pero la información es poder. En este proceso electoral se dice que es muy importante registrarse y votar, y lo es, pero todavía más importante para nosotros, los latinos, es registrarnos, votar y hacerlo con un panorama claro de por quién estamos votando y si sus políticas nos van a favorecer.

miércoles, 13 de agosto de 2008

Cuba, su participación en las elecciones estadounidenses


La elección del próximo presidente norteamericano es un tema de suma importancia en Cuba, en donde la mayoría tiene un pariente en los Estados Unidos y en donde todos, de una forma u otra, se ven afectados por la política del gran vecino. Creo que Obama es el favorito de los cubanos que residen en la isla, entre otras razones porque la otra opción es Mac Cain.

De acuerdo con las ofertas de campaña de él – Obama – se terminarían las limitaciones que tienen hoy los cubanoamericanos para visitar a sus familiares en Cuba y para enviarles dinero como remesa; sería posible que se permita a los ciudadanos norteamericanos visitar la isla, lo que significaría más propinas y demandas en el amplio sector turístico, que no se restringe a lo que el Estado organiza; se suavizarían las restricciones de viajes a los Estados Unidos, no solamente para académicos, artistas o deportistas, sino para muchísimas personas que quieren visitar a sus familiares y quizás lo más importante, la posibilidad de un diálogo fructífero permitiría vislumbrar una solución al ya dilatado diferendo ente Cuba y los Estados Unidos.

¿Está confirmada toda esta propuesta? No. Es sólo una campaña, de hecho, Obama no ha hecho grandes promesas, lo que ha hecho es limitado a hacer leves insinuaciones, listas para interpretaciones. Él es un demócrata que va camino por los cuatro Estados clave para llegar a la Casa Blanca y para esto deberá ser muy cauto en sus declaraciones, principalmente para ganar los 27 votos electorales en Florida.

No quiero pecar de cándido, pero Obama es afroamericano y en un país como Cuba, tan mestizo, tradicionalmente gobernado por blancos, un presidente de raza negra en la primera potencia mundial es un mensaje positivo; más bien es una provocación en los cubanos cuando empiecen a cuestionarse el por qué en un país que la propaganda oficial los ha convencido de que es tan racista elijan un presidente de ascendencia africana.

Y Mac Cain? Por qué no? Por que los cubanos personifican en él la coartada perfecta del gobierno – cubano – ante cualquier acto que el gobierno americano haga que pudiera considerarse en contra de Cuba para llamar a la unidad nacional y considerar sin miramientos cualquier acto de disidencia, lo que resultaría favorable a la permanencia de quienes están en el poder. Los cubanos ya no quieren eso.

En Cuba, atendiendo a la información que llega a través de los medios oficiales, sólo se puede favorecer a Mac Cain y nadie ha escuchado un discurso completo de Obama, pero muchos han contemplado cómo se mueve en la tribuna y han examinado las caras de quienes le aplauden. Probablemente a todos les ha llegado el rumor desde Miami, al menos, de que sabe pensar y dialogar y hasta han empezado a apostar en un cercano entendimiento con el gobierno cubano sin humillaciones.

Quizás el punto de mayor aproximación entre los cubanos y el actual candidato demócrata es la palabra elegida para encabezar su campaña: Cambio. Después de medio siglo de lo mismo los cubanos están sedientos de cambios y un político que se atreva a proponerlos tiene que ser aceptado y debe tener una oportunidad. Cuando los cubanos piden a su gobierno un cambio, siempre los reciben con este argumento: “son ellos - los norteamericanos - los que deben cambiar”, por eso se disparan las expectativas en relación con Obama, porque si los norteamericanos cambian su actitud hacia Cuba, el gobierno cubano tendría una difícil tarea para ingeniárselas para mantener atascadas las inaplazables reformas democráticas que exige la sociedad.

Un hombre como Obama, sin pasado en relación con Cuba, siempre estará en ventaja ante otro que, como Mac Cain, piloteaba un avión repleto de bombas frente a las costas cubanas, en los difíciles días de la crisis de los misiles de 1962. Él estaba dispuesto a dejarlas caer sobre quien estuviera debajo. Las presumibles víctimas hubieran podido ser los entonces cándidos adolescentes que ahora conforman la comunidad cubanoamericana que representa el 7% de la población de Florida y podrían estar dirimiendo al próximo presidente de los Estados Unidos.